Las palabras “Lo siento” pueden significar muchas cosas, dependiendo de cuándo y cómo se usan.
Aunque a veces escucharlas puede tranquilizar tu mente, hay ocasiones en que no representan nada bueno.
Cuando Jodi y Matt Parry recibieron la noticia de que tendrían hijas gemelas, se sintieron extasiados, ya que su hijo tendría nuevas compañeras de juego.
Momentos después del nacimiento, sin embargo, un médico se les acercó y les dijo: “Lo siento”. Inmediatamente se dieron cuenta de que algo no estaba bien. Lo que el doctor dijo después, cambió sus vidas para siempre.
Explicó que las niñas prematuras, Isobel y Abigail, habían sido diagnosticadas con síndrome de Down. A pesar de pensar que estaban preparados para cualquier cosa, ya que habían pasado por un aborto involuntario, la pareja no supo cómo reaccionar a la declaración del médico.
Jodi Parry / Facebook
Según Jodi, el diagnóstico en sí no fue tan devastador como la forma en que el médico lo explicó. Ella recordó que su actitud la hizo sentir como si estuvieran siendo castigadas de por vida. “Ese día, no me sentía como una madre. Me sentí perdida y confundida. Tenía sombrías visiones del futuro.”, explicó Jodi.
Además del síndrome de Down, Isobel nació con un agujero en el corazón. Abigail, que nació sorda de un oído, tampoco se libró de problemas de salud.
Jodi Parry / Facebook
Después de un mes de cuidados intensivos, la situación de salud de las gemelas quedó finalmente bajo control. Los padres, sin embargo, no sabían cómo seguir adelante. Carecían de información, ya que nadie les había explicado cómo las personas con síndrome de Down viven sus vidas.
Naturalmente, los padres estaban preocupados por el futuro de sus hijas, sin saber si podrían ir a la escuela, hacer amigos y vivir una vida normal. Después de un tiempo, sin embargo, se dieron cuenta de que la compasión no era para nada necesaria, ya que las niñas habían comenzado a florecer por sí mismas.
Jodi Parry / Facebook
“Cuando el doctor nos llevó a un lado para darnos los resultados, dijo que lamentaba que Abigail e Isobel tuvieran el síndrome de Down. Hasta el día de hoy nunca sabré por qué estaba arrepentido “, explicó Jodi a BarcroftTV. “Y creo que si pudiera volver a verlo alguna vez, me gustaría mostrarle a Abigail e Isobel y decirle: ‘¿Por qué nos pediste disculpas? No cambiaríamos a Abigail e Isobel por nada en el mundo'”.
Jodi Parry / Facebook
Seis años después, las chicas continúan asombrando a las personas que las rodean con su positivismo y felicidad. Son un ejemplo perfecto de la necesidad de crear conciencia para detener los prejuicios. ¡Esta imagen lo dice todo!
Jodi Parry / Facebook
Si bien todos somos diferentes de alguna manera, también somos todos iguales en algún momento, y estas dos niñas no son una excepción. Si estás de acuerdo, comparte esta publicación con tus amigos y familiares y comenta a continuación.