Sucedió en Estados Unidos, cuando una joven llamada Lizzy Martínez terminó siendo expulsada de la clase del instituto debido a que sus pezones “distraían” a sus compañeros.
Lizzy tiene 17 años y un profesor la amonestó por no llevar sujetador, obligándola a cubrirse.
La joven explicó que había decidido ir a clase sin sujetador y que el profesor comenzó a quejarse porque estaba siendo una distracción para los demás alumnos.
“Me hicieron ponerme una segunda camiseta, ponerme de pie, moverme y dar saltos para ver cuánto se movían mis pechos”, contó a la publicación que hizo en las redes.
Por lo tanto, la enviaron a la enfermería para que le dieran unas tiritas con las que podría curirse los pezones.
“Decidí no ponerme sujetador hoy y me sacaron de clase porque uno de mis profesores se quejó de que era ‘una distracción para los chicos’. Básicamente mi instituto me ha dicho que la educación de los chicos es mucho más importante que la mía y que debería avergonzarme de mi cuerpo”, escribió en su cuenta de Twitter.
La situación generó que la joven se sienta incómoda, llegando al punto de ponerse a llorar y terminar abandonado la institución.
I decided not to wear a bra today and got pulled out of class bc one of my teachers complained that it was a “distraction to boys in my class.” My school basically told me that boys’ education is far more important than mine and I should be ashamed of my body. @Manateeschools :)
ADVERTISEMENT — liz (@lizzymartineez) April 2, 2018
“Me dijo que mis pechos eran una distracción para otros estudiantes de mi clase. Estaba completamente horrorizada, le pregunté ‘¿estás bromeando?’”
La familia de Lizzy verificó el código de vestimenta de la escuela, y se dieron cuenta de que no había violado las pautas.
Su madre la ha sacado del instituto pero la joven indicó que planea seguir asistiendo.
El colegio ya ha confirmado que los sujetadores obligatorios se agregarán al código de vestimenta cuando se actualice.
“Me contaron que mi profesora dijo que estaba siendo una ‘distracción’, pero nunca noté nada en clase. Nadie me dijo nada, nadie me miró raro. Dijeron que mis compañeros de clase se reían de mí cuando fui al baño”.
Para Lizzy, los alumnos que se burlaban deberían haberla defendido en lugar de dejar que fuera señalada. “Sentí que estaban favoreciendo a los chicos”, afirma. “La mayoría de mis compañeros de clase que me han contactado coinciden en que no debería haber sido considerada una ‘distracción'”.