El COVID-19 ha acabado con la vida de más de un millón de personas a nivel mundial.
Las posibilidades para muchos son mínimas y se aferran a la vida, manteniendo la esperanza de regresar a casa. Este hombre pasó 220 días luchando en el hospital contra el virus. Se trata de Ali Sakallioglu, un hombre de 57 años de edad, que estuvo en riesgo de que desconectaran su máquina y se despidiera por siempre de sus hijos.
Ali vive en Catford, al sur de Londres. En tres ocasiones Ali se despidió de sus familiares y se convirtió en el paciente de COVID-19 con mayor estadía en el hospital de Gran Bretaña. Pero, a pesar de su difícil diagnóstico la vida le dio una oportunidad y podrá celebrar Navidad en casa luego de ser dado de alta.
Ali siente que es un verdadero milagro que pueda celebrar Navidad. Recibió el mejor regalo de Navidad y podrá compartir estas fechas festivas en compañía de sus hijos y nietos.
Al superar la experiencia el hombre comenta: “No me dieron posibilidad de sobrevivir, por lo que se siente como un milagro poder celebrar la vida. En tres ocasiones diferentes llamaron a mi hija y le dijeron que llamara a todos porque no iba a sobrevivir.”
Ali demostró que un diagnóstico no determina el final de la vida y ganó la batalla contra este virus.
El hombre esta agradecido con todo el personal del hospital y su familia que estuvieron pendiente de él. Sus hijos Ali de 38 años, Seniz de 36 años, Ayse de 34 años, Jay de 32 años y Yasemin de 31 años tuvieron que pasar por la terrible escena de despedirse de su padre mientras usaban equipos especiales.
Jay, uno de sus hijos comentó: “Esperanza era todo lo que teníamos y sabíamos que no se rendiría. Es increíble tenerlo aquí. Es el mejor regalo que podríamos haber pedido.”
Ali desea volver a la normalidad lo antes posible y poder trabajar en su taxi lo que más quiere es que pueda haber una vacuna que ponga fin a tanta crueldad.
Deja tu opinión sobre el caso, y compártelo con todos.