Los vuelos de larga distancia son una tarea ardua.
Lidiar con todo el equipaje, la multitud y luego el vuelo sofocante (a menos que seas uno de los pocos afortunados en Primera Clase o Business Class) puede debilitar tu fuerza una vez que llegues a tu destino. Y eso sin contar con las diferencias de zona horaria.
Agrega a todo eso, niños ingobernables o bebés que lloran, simplemente convierten tu vuelo en una pesadilla. Pero el 26 de agosto de 2017, los pasajeros de este vuelo de Lufthansa desde Alemania a los EE. UU. no tenían idea de que estarían sujetos a una experiencia que los llevaría a los límites de su cordura.
Incluso antes de que despegara el vuelo, un niño ya gritaba y saltaba desde la parte superior de los asientos y la madre no podía controlarlo. Incapaz de soportarlo, el artista Shane Townley grabó un video y lo subió, llegando a describir los gritos del niño como “demoníacos”. El niño no se cansó y gritó durante las OCHO HORAS del vuelo. Gracias a las noticias de Alert, podemos dar un vistazo a lo que pasaron estos pasajeros.
¿Cómo reaccionarías si el hijo de otro pasajero actuara de esta manera y no pudieran controlarlo?
No queda claro si el niño tenía alguna discapacidad aunque, por la forma en que actuó, ese parecía ser el caso. Fue una situación muy difícil y, esperemos no tener que pasar por ella.