Una escuela se ha duras críticas por la violenta reacción de uno de sus profesores.
Decidió que la mejor forma de lograr que un alumno hiciera silencio era cerrarle la boca con cinta adhesiva.
El controversial método de “enseñanza” ocurrió en Nueva Zelanda, donde, según los informes, un maestro tapó con cinta la boca de los estudiantes que “hablaban demasiado” durante la clase.
Si bien la escuela defendió la decisión diciendo que todo era parte de un “juego que los niños parecían disfrutar”, una madre expresó su enojo por las acciones de la maestra e insistió en que su hijo de 7 años se quedó “ansioso” después de la incidente.
Según la madre del niño, su hijo tiene problemas respiratorios y se ve obligado a tomar medicamentos para el asma a diario.
Después del incidente, el niño de 7 años supuestamente no pudo regresar a la escuela durante dos semanas porque estaba demasiado traumatizado para reanudar las clases. No solo se perdió un concierto de Navidad, sino también dos semanas de lecciones en su ausencia.
Como agregó la molesta madre, no se enteró de la cinta hasta que el compañero de clase de su hijo le contó a su hermana lo que había sucedido, lo que provocó que la noticia llegara a ella.
Mientras que el maestro de la escuela se disculpó con los padres del niño de 7 años por molestar al chico, el director de la escuela parece haber defendido el método de castigo en un comunicado.
Según el director de la escuela, Rob Taylor, una investigación reveló que “este era solo un juego que los niños parecían disfrutar”
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