Los avances de la ciencia en los últimos años son asombrosos y te dan esperanzas.
Hay enfermedades que pueden detectarse incluso antes de que un bebé llegue al mundo. La medicina ha hecho posible que en algunos casos los niños sean tratados incluso dentro del vientre materno.
Para mujeres como Bethan Simpson, de Essex, Reino Unido, tomar decisiones arriesgadas y confiar en sus médicos le ha permitido hoy la alegría de ver a su hija dando sus primeros pasos.
En enero Bethan se enteró de que la columna de su bebé no se estaba formando adecuadamente. Su primogénita Elouise fue diagnosticada con espina bífida, lo que significaba que los nervios que controlan sus piernas no funcionarían bien y la pequeña no podría caminar.
“Cuando escuché eso, pensé que iba a perder a mi bebé. Los médicos me dijeron que estaría paralizada de la cintura para abajo, que no usaría la vejiga ni los intestinos y que se retrasaría intelectualmente. Sentí que mi mundo se derrumbaba a mi alrededor, estaba devastada”, declaró la madre.
Después de luchar tanto para quedar embarazada, ahora los médicos le recomendaban a Bethan despedirse de su bebé e intentar todo otra vez. Pero esta madre no estaba dispuesta a renunciar a su criatura y fue remitida a un hospital especializado en Londres. Bethan tenía 20 semanas de embarazo cuando comenzó su calvario.
En el centro médico le dieron una opción a la mujer, una cirugía pionera que se llevaría a cabo mientras la bebé todavía estaba en el útero. Ellos serían sólo la cuarta familia en recibir el tratamiento y los miedos eran muchos, pero algo en su corazón la animó a seguir adelante. Gracias a esto la niña está hoy con vida.
La intervención se llevó a cabo el 08 de enero y en los meses siguientes Bethan guardó reposo absoluto para prevenir cualquier complicación grave que interrumpiera el embarazo. La pequeña Elouise nació el 1 de abril por cesárea y lucía sana pero los padres y equipo médicos sabían que podría necesitar ayuda y asistencia adicional para desarrollarse con normalidad.
Por suerte, la niña superó todas las expectativas y se ha desarrollado como cualquier otro menor de su edad. “Me quedé atónita cuando comenzó a gatear y luego a caminar. Siempre pensé que estaríamos en el desconcierto preguntándonos si tendría una vida normal, pero nos ha tomado por sorpresa y desafió todas las probabilidades”, dijo la madre.
La primera vez que Elouise, Bethan y Kieron Simpson, de 29 años, la vieron caminar no pudieron contener las lágrimas. Después de todo lo que habían pasado y tras recibir la sugerencia de interrumpir el embarazo, su pequeña estaba felizmente sana junto a ellos.
Eloise está dominando el arte de caminar, gracias al amor de sus padres que decidieron hacer todo para salvar su vida. Esta operación es innovadora y ha demostrado grandes resultados que los tratamientos posnatales a los que comúnmente son sometidos los niños con espina bífida.
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