En Uruguay, un hombre de 63 años fue encarcelado luego de que dos niñas, de 10 años, lo filmaran mientras abusaba sexualmente de una de ellas.
El caso se registró en el departamento de Artigas, ubicado a 500 kilómetros al norte de Montevideo, la ciudad capital. Según la fiscalía, las dos niñas eran vecinas, y la pequeña que era la víctima acudía a “jugar y escuchar música a la casa”. El abuso ocurrió por más de un año.
El agresor, de 63 años de edad, aprovechaba que su mujer se encontraba trabajando para enviar a su hija a un almacén, para “quedarse a solas con la menor y proceder a manosearla en sus genitales”, hecho que se produjo de forma reiterada.
El comunicado de las autoridades, que se basa en la declaración indagatoria rendida por el agresor, identificado con las siglas JCSB, describe que su hija presenció una de las violaciones y entonces “le dice a su amiga que sabe lo que su papá le está haciendo, que tiene mucho miedo de su padre y que nadie les va a creer”, por lo que ambas planean filmar los abusos, cosa que lograron luego de varios intentos.
La víctima, una pequeña de 10 años, se sometió voluntariamente al abuso para obtener una prueba, para que los adultos pudieran creer en ella. Las niñas consiguieron las pruebas utilizando la cámara de una computadora modelo «XO», conocida en el mercado uruguayo como “la máquina de los niños”.
La amiga la ayudó a grabar a su padre para que les creyeran. La víctima de los abusos sexuales le contó luego a una tía lo ocurrido y le dijo que poseía “varios videos” en los que se podía ver cómo el padre de su amiga abusaba de ella. El pasado 21 de septiembre, sus familiares interpusieron ante la fiscalía una denuncia penal y aportaron los videos como prueba.
Una vez detenido, JCSB fue acusado por la presunta comisión de “reiterados delitos de atentado violento al pudor, agravados”.
Las víctimas estaban convencidas de que nadie iba a creerles, y “esto realmente funciona así, en el mundo adulto”, dice el comunicado. Para la fiscalía uruguaya, esa es la razón por la que el caso de estas niñas “fue muy doloroso y debería avergonzarnos a todos”.
La fiscalía departamental de Artigas considera que este caso debe servir “no sólo para que se haga justicia, sino para que la sociedad tome conciencia” de que se trata de un fenómeno que ocurre “con mayor frecuencia de la que creemos, y que los niños no mienten, no inventan”. La Justica de Uruguay condenó al agresor, dándole 6 años de cárcel.
Deja tu opinión sobre el caso, y compártelo con todos.