En teoría, la justicia es un valor por el que nuestra sociedad trabaja para garantizar su propio bienestar y seguridad.
Pero a veces, los juicios y sus involucrados, en ocasiones, trabajan solo por interés propio y que poco les importa resguardar a la comunidad de un mal inminente que podría destrozar más de una vida inocente.
Este es el caso de Cristopher Mirasolo, quien violó a una niña de 12 años y ahora, 9 años más tarde, el juzgado del condado de Sanilac, en Michigan, le ha concedido la custodia compartida del niño que tuvo con su víctima. Se cree que esta es la primera vez que ocurre algo así en Michigan y, probablemente, en todo Estados Unidos.
Hace una década empezó esta pesadilla para la víctima de Mirasolo, cuyo nombre no ha sido revelado. Esa noche, la joven se encontraba con su hermana, de 13 años, y una amiga. Las tres adolescentes se escaparon de casa con la intención de encontrarse con un chico que conocían y su amigo de más edad.
El mayor era Mirasolo, hoy de 27 años, quien en ese momento tenía 18. Aprovechándose de la inocencia de las dos hermanas, el adolescente les preguntó si querían irse de paseo con él, proposición que las chicas aceptaron pensando que irían a McDonald’s.
Pero nada más lejano al plan que tenía en mente Mirasolo. El chico se llevó consigo, en su auto, a las dos chicas hasta Detroit para robar gasolina y después retornaron a Saniilac Country.
Por su parte, la víctima, quien en la actualidad tiene 21 años, afirma que Mirasolo la violó y la amenazó de muerte.
Todo esto sucedió en septiembre de 2008 y, desde entonces, todo lo relativo a este caso se ha hecho mal, afirma Rebecca Kiessling, abogada de la chica.“A la víctima y a su familia se les dijo que el agresor no podía ser enviado a prisión porque, por ser su primer agravio a la ley, podría salir de allí mucho peor”, explica Kiesslling.
“Aunque la agresión que sufrió esta chica podría conllevar a cadena perpetua o, como mínimo, a 25 años de prisión. Pero a Mirasolo apenas lo condenaron por intento de agresión de tercer grado y fue sentenciado a 1 año de cárcel”, continúa la abogada de la víctima.
Pero el agresor no cumplió con el año completo, sino que salió a los 6 meses, alegando que debía cuidar a su madre enferma. Los padres de la joven decían que su hija había abortado, o bien, que había dado en adopción al bebé. Eventualmente, la adolescente tuvo que renunciar a la escuela, irse de su casa y encontrar un trabajo para poder mantenerse a ella y a su pequeño.
Este es el juez Gregory S. Ross, quien tomó la decisión de concederle a Mirasolo la sentencia compartida del niño. Desgraciadamente, la historia no acaba ahí. Hace unos días el juez Gregory S Ross le concedió al violador la custodia compartida del bebé que tuvo con la adolescente. Además, le entregó la dirección actual de la chica a Mirasolo y, también, le otorgó su apellido al niño, sin antes consultarlo con ella.
Gracias a las decisiones tomadas en el juzgado, esta joven no solo debe vivir con el recuerdo de haber sido agredida sexualmente, sino también con la obligación de involucrar al hombre que la violó en la crianza del niño de quien valientemente decidió hacerse cargo, aunque cuando lo tuvo ella era también una niña.
Respecto a Mirasolo, esta no es la única vez que ha sido juzgado por abuso sexual: en marzo de 2010 violó a una chica de entre 13 a 16 años y por ello solo estuvo en prisión 4 años.
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