La etapa escolar es una de las más complejas del ciclo de la vida.
Más aún en la etapa de la adolescencia, la cual trae consigo cambios emocionales y físicos.
Obviamente, hay más de una buena razón para tener códigos de vestimenta en las escuelas. Además que los adolescentes necesitan límites, aunque de todos modos les cueste cumplirlos.
Sin embargo, ningún extremo es bueno, y llegar a suspender o pensar en la expulsión por un modelo de suéter en específico realmente es absurdo.
A continuación te presentamos la historia de una brillante estudiante que debió pasar por esta situación.
La escuela es un lugar de formación integral de niños y jóvenes.
En ella aprendemos conocimientos tanto académicos como cotidianos, y es por eso que resulta importante establecer límites bien definidos.
Es difícil lograr equilibrar lo que está permitido o no, en esa constante búsqueda de ofrecer la mejor formación posible. Este dilema no sólo lo padecen los padres, sino también todas las instituciones que los tienen de alguna manera a su cargo, principalmente la escuela.
En algunos países, los directores establecen políticas bastante rígidas en sus planteles.
La historia que estamos relatando, es sobre una chica que sufrió una grave sanción por un incidente inusual.
Su nombre es Summer; becaria del instituto Hickory Ridge en Carolina del Norte, con un promedio de 4,4.
Cursaba el último año cuando este incidente truncó su camino a la graduación.
Según el director del plantel, usaba el suéter equivocado.
Alegaba que ella mostraba demasiado su clavícula.
Con esta justificación, la sancionó fuertemente, calificándola como indecente. Le pidió inmediatamente que se colocara una chaqueta encima. Ella protestó diciendo que pensaba que no había ningún problema en la forma como estaba vestida.
Para este director, la sanción que pasó por su mente en un primer momento, fue enviarla a detención.
Y que permaneciera en esa sala hasta que llegara su madre, a quien estaban tratando de localizar. Además le exigió que se cambiara de ropa.
Anteriormente, Summer y el director habían tenido otros enfrentamientos. Su madre había dado instrucciones que antes de disciplinar a su hija, la llamaran para evaluar la situación. Ante esta petición, Summer se negó a permanecer en detención.
Al menos, no hasta que llegara su mamá. Pero no se lograban comunicar con ella. Ahí fue cuando el director involucró a un oficial de policía que custodiaba la escuela.
El director le dio un ultimátum para irse a cambiar o sino la arrestarían. Summer todavía se negaba a hacerlo, pero antes que la situación se tornara más violenta, llamó a su mamá.
Summer tuvo que cambiarse de ropa, sin embargo manifestó su inconformidad con la medida.
Eso desató la ira del director, quien suspendió por 10 días a la estudiante, además de prohibirle asistir a todos los eventos relacionados con el fin del año académico, incluida su graduación.
Según la carta oficial de la escuela, fue suspendida por insubordinación, y el director aún considera la expulsión. Todavía no se sabe qué pasará con Summer.
Pero lo cierto es que quizás pierda su acto de graduación. Una medida algo extremista, considerando que es una estudiante con un historial académico brillante y que la falta, aparentemente, no fue tan escandalosa.
¿Qué piensas de este artículo? ¡Por favor deja tus comentarios debajo!
¡No olvides darle like a la página para leer más notas como ésta!