Una mujer de 43 años no existía para el mundo exterior, el Servicio Andaluz de Salud no sabía quién era, tampoco figuraba en las bases del DNI desde hace 19 años.
Un familiar alertó a la Policía que la encontró… en su casa y en compañía de su madre y su hermana. Rescatadas, y después de recibir atención en el hospital, las tres mujeres regresaron a su domicilio y han vuelto a cerrar su puerta. Esta vez para abrirla pronto.
La Policía recibió la denuncia de un tío de la mujer hace semanas. El hombre no veía a su sobrina desde hacía casi dos décadas y temía por ella. Cada vez que el hombre acudía a casa de sus familiares, las otras dos mujeres le impedían ver a la presunta desaparecida. En ocasiones ni siquiera alcanzaba a ver a la madre y a la hermana.
Los vecinos confirmaban que no veían a la hija de 43 años desde hacía décadas y sólo se avistaba muy de vez en cuando a la madre junto a la otra hija salir de la vivienda. Todo lo que necesitaban lo recibían a domicilio, sólo los servicios sociales tenían constancia de intervenciones puntuales para gestionar el cobro de la pensión de viudedad de la madre que llegó a estar un tiempo sin cobrarla por no poner al día la documentación.
La puerta permanecía cerrada para cualquiera que se atreviera a preguntar por la hermana mayor. Tanto así que al final tuvo que ser la policía de homicidios y desapariciones los encargados de “volver a la vida” a la mujer desaparecida.
Los agentes se presentaron en la puerta de la vivienda el pasado 29 de octubre y la encontraron cerrada. Desde dentro, la madre de 78 años y la hermana de la desaparecida, se negaban a dejar pasar a los policías. No abrieron la puerta hasta que tras una hora de negociación los policías consiguieron convencerlas con una orden judicial en mano. Dentro de la vivienda los agentes hallaron a la “desaparecida” en un estado físico alarmante.
La mujer estaba en su habitación, de la que no salía porque no podía mantenerse en pie y menos caminar, debido a la pérdida de masa muscular de las piernas. A regañadientes la mujer le explicó a los policías que llevaba encerrada 19 años en su casa por voluntad propia junto a su hermana y su madre.
La tozudez de las mujeres y su forma de comunicarse con los agentes dejaba en evidencia que su estado emocional y psíquico no era adecuado y los policías llamaron a una ambulancia para su traslado. A regañadientes las mujeres consintieron en que se les llevara a un centro médico del que salieron a las pocas horas tras recibir atención especializada.
Las tres regresaron a su domicilio donde se les hará un seguimiento por parte de los servicios sociales.
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