En la pandemia muchas personas han visto amenazada no solo su salud, sino también su situación económica, y algunos aprovecharon para vender artículos sanitarios exigidos para el control del contagio del virus.
Esta historia nos muestra a una vendedora ambulante que desató una polémica en redes sociales por su falta de normas sanitarias y abuso a los derechos de sus clientes. Las mascarillas son un artículo de primera necesidad para salir a la calle, es la principal medida de prevención del contagio del COVID-19 e incluso en muchos países su uso es de carácter obligatorio.
Pero, no todas las mascarillas cumplen con los permisos sanitarios o características requeridas para garantizar su efectividad. Un transeúnte grabó a una vendedora ambulante limpiando su nariz con la mascarilla que tenía para ofrecer a sus clientes dejando en evidencia que no cumple ni siquiera con las medidas básicas de prevención. Es realmente insólito que esta mujer no tenga el mínimo respeto por la vida de quienes pudieran comprar su producto.
A estas alturas, cuando el virus ha contagiado a más de 44 millones de personas en el mundo y ha causado 1,18 fallecimientos, todavía hay quienes subestiman el peligro de la pandemia. El objetivo de la mascarilla es importante, su uso ya pasó de ser un simple complemento de los uniformes en centros de salud, a un artículo de primera necesidad para evitar ser víctimas del contagio.
La mujer del video es una vendedora ambulante en el departamento de Magdalena, Santa Marta, Colombia, y fue grabada por un transeúnte que se detuvo en un semáforo, mientras ella se limpiaba la nariz con las mascarillas que vendía.
El autor del video quedó sorprendido, no podía creer lo que estaba viendo. La mujer estaba limpiándose la nariz, y no usó sólo uno, sino que se limpió sus secreciones nasales con todas las mascarillas que tenía para la venta como si fueran un pañuelo. Como si se tratara de un suave pañuelo desechable la mujer tomaba las mascarillas y las usaba para limpiarse. Escarbaba su nariz con cada una, incluso miró a quien la grababa, pero no se percató de la cámara.
La Policía logró ubicar a la vendedora y le aplicaron el código nacional de convivencia, que trata de los comportamientos que afectan las relaciones entre las personas y también con las autoridades, también fue multada.
Ningún vendedor ambulante debería comercializar mascarillas que no estén homologadas ni cumplan con las medidas de sanitarias, y mucho menos, expuestas a una contaminación de este tipo.
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