Alice Weekes, una chica de 18 años de Reino Unido, comenzó a tener problemas cuando tenía solo 11 años, un día fue a cortarse el pelo y uno de los peluqueros, al ver unas manchas en su cabeza, pensó que tenía tinta en el cuero cabelludo.
Sin embargo, este no fue el caso ya que su piel empeoró en los años siguientes antes de que se le diagnosticara psoriasis a la edad de 15 años.
“Cuando comenzaron a aparecer los brotes comencé a usar ropa que me cubriese todo el cuerpo así la gente no podía verlos” dijo la joven.
“Ahora estoy tan acostumbrada a mi psoriasis que no recuerdo mi cuerpo sin ella, y estoy mucho más cómoda mostrándole mi piel a la gente”
Ella asegura haber intentado diversos tratamientos, pero su dermatólogo le sugirió que los suspenda y se limite a hidratar su piel.
Actualmente se está sometiendo a una terapia de luz para disminuir el color de algunas de las manchas en su cara.
Alice ya no quiere esconder más su piel y está decidida en educar a las personas sobre su condición.
“No quiero esconderme más, quiero educar a las personas mostrándoles que las enfermedades autoinmunes son normales y que mi piel podría verse diferente, pero es totalmente normal.
“También quiero aumentar mi confianza, así que, si pudiera compartir mi condición en las redes sociales y obtener una reacción positiva, me sentiría capaz de salir por la puerta sin querer cubrirme”.