La hallaron en un pozo de poca profundidad, en medio de un campo.
Una parte del cadáver sobresalía del agua estancada. La habían tapado con bidones y basura para evitar que la encontraran rápido. Estaba semi desnuda y tenía signos claros de haber sufrido una golpiza brutal, a tal punto que le habían fracturado la mandíbula de una trompada.
Con un cuchillo, le habían provocado una herida profunda y mortal de 16 centímetros de largo en el cuello. Falleció desangrada. Mariana Colman tenía 18 años de edad, y le decían “Keke”. Trabajaba y vivía en un campo de la localidad bonaerense de Carlos Casares, ubicado en la ruta 5, a la altura del kilómetro 301. Su cuerpo fue encontrado el miércoles a las cinco de la tarde por la Policía, cuando ya llevaba cinco días desaparecida.
El sospechoso fue detenido y tiene 35 años, es el encargado del tambo donde trabajaba la víctima y además es el ex novio de una de sus hermanas. “La maté porque me ignoraba”, dijo al ser arrestado. El apresado fue identificado como Horacio Isaías Oliva. Si bien sus palabras no tienen valor judicial, otras pruebas lo comprometerían: rastros en su vehículo y un cuchillo ensangrentado.
“Horacio hizo entrar a mi hermana a trabajar al tambo y la terminó asesinando. Cuando desapareció, no quería que hiciera la denuncia porque decía que no le había pasado nada”, contó con angustia, Carla Colman (20 años), una de las hermanas de la víctima.
“Horacio, el asesino de mi hermana, era mi novio. Nos peleamos hace unos meses, sin embargo, nos seguíamos viendo. El está divorciado y tiene hijos, pero viven en 9 de Julio, de donde es oriundo. Yo no sabía que estaba enamorado de Mariana”, contó Carla.
Hace un mes su hermana se quedó sin trabajo. Y fue ella quien le rogó a su ex novio que la empleara. “Horacio me dijo que no quería tomar a nadie conocido para no tener problemas. Luego la tomó a prueba, pero dijo que sólo por un mes”.
Mariana comenzó a trabajar en la estancia El Broquel ordeñando vacas. También le dieron una habitación para que viviera. Compartía la propiedad con otros cuatro empleados. Hasta hace unos días, trabajaba allí otra hermana de la víctima, Gabriela, de 27 años. Pero renunció porque está embarazada de 8 meses. El sospechoso vive en una casa ubicada a 600 metros del tambo, pero fuera de la estancia.
Mariana desapareció el sábado. “Desde que fue a trabajar al campo, hace un mes, jamás tuvo problemas con nadie, era una chica muy tranquila. Solía desaparecer por unos días, por eso no hicimos la denuncia enseguida”, expresó Analía, su madre. El lunes a la mañana, Carla fue a la estancia a buscar a su hermana. En su dormitorio encontró su cartera con los documentos y todos sus zapatos. Solo faltaba un vestido de la chica.
“Le dije a Horacio que iba a hacer la denuncia y él me decía que esperara, que ya iba a aparecer porque tenía que cobrar su sueldo. Como no aparecía, el martes fui con mi hermana Gabriela a la comisaría y entonces la empezaron a buscar”, detalló Carla a la prensa. Los investigadores les tomaron declaración a los empleados del tambo y todos tenían una coartada. Coincidieron en que la última vez que vieron a Mariana estaba con el ahora detenido por el crimen.
Durante un rastrillaje realizado el miércoles a la tarde un agente localizó un arito de Mariana.
Después siguió una huella de arrastre y, unos metros más adelante, halló el cuerpo.La autopsia preliminar determinó que la chica había sido degollada.
Además, presentaba fracturas y hematomas en la zona facial y craneana. Y tenía signos de abuso sexual. “Por el estado de putrefacción del cuerpo todavía no está confirmado si la chica fue violada”, contó a los medios.Los investigadores allanaron la casa del sospechoso y encontraron un corpiño que sería de la víctima. En el auto del hombre, un Peugeot 504, había una importante mancha de sangre en una alfombra y también se encontró un cuchillo que fue enviado al laboratorio.
La familia de Mariana no tiene dudas. “¿Cómo se puede matar a una persona así, sin piedad? La mataron con crueldad. Le rompieron la mandíbula, le dieron muchos golpes en la cabeza, fue violada, quedó semi desnuda y degollada de punta a punta como un perro tirada, y luego tirada a un pozo. Ojalá encuentren todas las pruebas para que te pudras en prisión”, escribió Gabriela Colman en su perfil de Facebook.
Deja tu opinión sobre el caso, y compártelo con todos.