Durante 35 años, un anciano sin hogar llamado Raimundo, pasó sus días escribiendo poemas y cuentos, sin ser visto por el mundo que lo rodeaba.
Todos ignoraban su arte.
Pero el hombre nunca se rindió y solía escribir todos los días, con el sueño de publicar su trabajo algún día latente dentro de él. Pero ninguna editorial confiaba en un hombre sin hogar, hasta que la vida de Raimundo se transformó al conocer a Shalla.
La mujer tenía curiosidad por aquel hombre sin hogar que estaba sentado con un bolígrafo en la mano. Cada vez que ella pasaba junto a él, él siempre parecía estar garabateando algo en viejos pedazos de papel.
El día que Shalla leyó uno de los poemas de Raimundo, quedó impresionada. Incluso comenzó una página de Facebook para poder dar a conocer el talento del hombre. Cuando sus historias y poemas salieron a la luz pública, alguien apareció inesperadamente.
El hombre de 77 años había estado viviendo en las calles de Brasil durante mucho tiempo. Raimundo nació en el campo y luego se mudó a Sao Paulo a la edad de 23 años. Pasó su tiempo trabajando como vendedor de libros y como jardinero.
La dictadura militar dejó a Raimundo sin hogar a finales de la década de 1970. Luego pasó el resto de su tiempo viviendo en las calles, pero nunca se dio por vencido con sus escritos. El mundo permaneció ajeno a su trabajo. Pero esa no era razón suficiente para evitar que hiciera lo que amaba.
Raimundo no tenía más que lo que guardaba en un bolso negro y vivía junto a una carretera muy transitada. Tenía un lugar fijo donde se sentaba todos los días. Quien pasaba junto a él asumía que era un viejo sucio y lo evitaba.
Pero eso no disuadió a Raimundo y años más tarde logro captar la atención de Shalla. Ella empezó a conversar con él todos los días, y él estaba dispuesto a compartir su trabajo con ella.
Shalla estaba tan sorprendida de su trabajo que comenzó una página de Facebook para presentárselo al mundo. El trabajo de Raimundo recibió una ola de apoyo en Internet. Esta página creció con el tiempo y tuvo más de 100.o00 fans.
¡Hasta que persona vio la página de Raimundo en Facebook y se dio cuenta de que este hombre era su hermano desaparecido!
La persona contactó de inmediato a Raimundo y lo invitó a vivir con él. Raimundo se bañó por primera vez en 35 años y se preparó. Ahora tiene un hogar para vivir y se acuesta cómodamente en una cama cada noche. También sigue siendo buen amigo de Shalla.
No nos damos cuenta de que las personas sin hogar, que viven en las calles, tienen sus propias historias. Estamos tan ocupados que solo pensamos que son personas que nunca intentaron trabajar o seguir adelante, pero la realidad de cada uno podría demostrar lo equivocados que estamos.
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