¡Una niña que nació con el estómago, los intestinos y el hígado fuera de su cuerpo logró desafiar todas las probabilidades médicas!
No se esperaba que Laurel sobreviviera, pero ahora acaba de celebrar su segundo cumpleaños.
Kelly tenía 12 semanas de embarazo cuando un escáner encontró que su feto tenía exófalos mayores, donde la pared abdominal no se forma ni se desarrolla durante el embarazo.
Los médicos le sugirieron un aborto, pero Kelly, de 30 años, y Sean, de 34, se negaron a darse por vencidos.
“No podíamos creer lo que estábamos escuchando cuando nos ofrecieron un aborto”, dijo Kelly. “La gente seguía diciendo: ‘Está bien, puedes intentarlo de nuevo’, pero yo no quería otro bebé.”
“Estaba tan enamorada de esta y sabíamos que haríamos todo lo posible por ella”.
Los médicos advirtieron a la pareja que no esperaran escuchar llorar a su hija, porque no había demasiada esperanza para ella.”
“Cuando la escuché llorar, no podía creerlo”, expresó Kelly. “Tanto Sean como yo rompimos a llorar”.
“Escucharla llorar fue un gran alivio y desde ese momento supimos que era una luchadora”.
A la mayoría de los bebés que nacen con la afección se les insertan los órganos, pero en el caso de Laurel, los médicos dijeron que la cirugía no puede realizarse hasta que tenga tres años y que es inusualmente grande.
Sus padres envuelven el área con vendajes para sostener y proteger los órganos ya que cualquier lesión podría ser irreparable.
“No sé cómo nos mantuvimos positivos durante mi embarazo”, compartió Kelly. “Realmente parecía que no sobreviviría al nacimiento, pero Sean y yo nunca perdimos la esperanza y ella nos ha hecho sentir orgullosos.”
“Su bolsa de órganos en su estómago es parte de ella y no deja que eso la deprima.”
“Laurel es una verdadera inspiración y nos sorprende todos los días.”
“Rápidamente nos dimos cuenta de que era una bebé aventurera, así que supimos que tendríamos que vigilarla para que no dañara sus exófalos”.
¡Mucho ánimo para esta pequeña guerrera! Le deseamos lo mejor.
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