El gobierno indonesio no está jugando cuando se trata de proteger a sus hijos, una nueva ley firmada por Pres.
Joko Widodo permite a las autoridades castrar químicamente a los delincuentes sexuales condenados. La ley también exige que los delincuentes sexuales liberados en libertad condicional usen dispositivos electrónicos de monitoreo continuo.
La ley se produce a raíz de la indignación por la violación en grupo y el asesinato de una niña de 14 años que no hacía nada más que intentar llegar a casa. Fue atacada y violada por siete adolescentes. Desde entonces, todos los niños han sido condenados a diez años de prisión, y el público está indignado por lo que creen que es una sentencia leve por un crimen tan atroz.
Como resultado, el presidente anunció a través de una conferencia de prensa desde el palacio presidencial que modificó la ley de protección infantil de 2002 con un decreto ejecutivo. Los jueces ahora pueden pasar oraciones a su propia discreción si sienten que se necesita la castración química para los peores delincuentes.
El Presidente Joko espera que la medida disuada a los posibles perpetradores de sus crímenes, que según él han perturbado la paz, el orden público y la seguridad del país. También reconoció el horrible efecto que estos crímenes tienen en los niños que son víctimas.
En la castración química, el proceso implica la liberación de drogas reductoras del deseo sexual en el sistema del delincuente. Varios países lo usan, incluidos Australia, Rusia, los Estados Unidos y Corea del Sur. Sin embargo, algunos legisladores y miembros del público temen que ofrezca una solución falsa a lo que es un problema difícil y complejo, según Heather Barr, investigadora de derechos de las mujeres que trabaja para Human Rights Watch.
Afirma que proteger a los niños de los depredadores sexuales requiere un conjunto de respuestas cuidadosamente calibradas que incluyen esfuerzos escolares, tratamiento para personas en riesgo de abusar de los niños y medidas de justicia penal centradas en la prevención. En su opinión, la castración química no aborda estas medidas.
En los últimos años, la violencia sexual contra los niños ha aumentado en Indonesia, pero no pudo proporcionar datos para respaldar estas estadísticas. Eso no quiere decir que no exista, solo que no lo presentó en este momento. Para agregar a las nuevas medidas, elevó la pena máxima de prisión de 10 años a 20 años.
El gobierno indonesio no suele ser indulgente con los delincuentes.
Parece que la clemencia puede haberse reservado para los delincuentes sexuales. El año pasado, el gobierno indonesio eliminó una moratoria no oficial porque el país se encontraba en una autodescrita “crisis de drogas”.Como resultado, desde entonces, 13 narcotraficantes condenados han sido ejecutados por un pelotón de fusilamiento, lo que provocó indignación y condena por parte del mundo.
Mire el video a continuación para obtener más información sobre lo que está sucediendo en Indonesia con su nueva ley.