En otro horrible incidente de violencia contra niños en Pakistán, una niña de 14 años llamada Sadia fue asesinada por su tío, la niña fue incendiada.
Mohammad Yaqoob aparentemente le había pedido a su padre la mano en matrimonio de su hija. Pero su padre rechazó la propuesta enojando al tío. Ya le habían prometido a otro pariente hace unos dos meses a su hija.
Según un artículo en Daily Mail , el tío esperó a que la niña regresara a casa algún día. Luego la roció con un líquido inflamable y la prendió fuego. De alguna manera logró escapar de su casa y algunas personas la llevaron al hospital. La niña estaba sola en casa en ese momento.
En el hospital, sus heridas fueron demasiado graves y pronto fue declarada muerta. Yaqoob, quien es de la ciudad de Chinot en la provincia de Punjab, no fue capturado de inmediato.
Un informe en medios locales declaró que los padres y familiares de Sadia intentaron encubrir el incidente en lugar de llevar a Yacoob a la justicia. Incluso enterraron a Sadia de inmediato y le dijeron a la policía que ella murió como resultado de las heridas infligidas durante una explosión de un cilindro.
Las investigaciones policiales continuaron y la verdadera historia pronto salió a la luz. Las declaraciones hechas por los padres de Sadia y otros parientes también fueron de naturaleza extremadamente contradictoria. La policía detuvo a Yaqoob por sospechas de que él era el asesino. Finalmente confesó el crimen durante el interrogatorio.
Un informe de otro medio local destacó que Pakistán ocupa el sexto lugar en la lista de los países más peligrosos del mundo para las mujeres. Según White Ribbon Pakistan, una ONG que trabaja por los derechos de las mujeres, se informaron hasta 51,241 casos de violencia contra las mujeres desde enero de 2011 hasta junio de 2017, según informes de los medios.
Otras 4,734 mujeres enfrentaron violencia sexual entre 2004 y 2016. También hubo casos de más de 15,000 crímenes de honor que se registraron durante el mismo período de tiempo y 1,800 casos de violencia doméstica junto con más de 5,500 secuestros. Lo que empeora la situación son las tasas de condenas que son terriblemente bajas. Solo el 2.5 por ciento de todos los casos denunciados terminan en condenas del acusado.