Las madres dan todo por sus hijos, dedican sus días con entrega y compromiso a ofrecerles lo mejor.
Como muestra de agradecimiento a su madre, una mujer de 75 años de edad, con discapacidad motora, la cuida y le brinda todo su apoyo.
Cai Dongfeng, es una mujer discapacitada de 75 años de edad, residenciada en una aldea de la ciudad de Meishan, China, quién a pesar de su dificultad motora, cuida a su madre de 105 años y se hace cargo de su casa. Cuando tenía 10 años, Cai, sufrió una terrible enfermedad.
Por no haber tomado los medicamentos necesario en el tiempo correcto, sus pies y manos se hincharon y enrojecieron, causando que se llenaran de pus, la única solución médica para salvar su vida fue amputar sus extremidades. Algo terrible para una niña de 10 años, sin embargo, Dongfeng no paró, a pesar de lo ocurrido continuó con su vida.
Debido a las amputaciones, Cai, tuvo que aprender a caminar sobre sus rodillas, una tarea que no fue fácil para ella. Comenzó a utilizar zapatos especiales que hizo a su medida, un calzado que tiene una durabilidad de tres a cuatro meses de uso. Hasta ahora, Cai, ha usado más de 200 pares de zapatos.
Dos años después de las amputaciones, el padre de Cai falleció, dejando a la madre sola con tres niñas a su cargo. Entre las cuatro sobrellevaron la situación por un largo tiempo, pero el gran apoyo de la madre era Cai, la hija mayor, quién tuvo que dejar sus estudios para estar a tiempo completo a disposición de su familia, cuidando a sus dos hermanas pequeñas y trabajando para cubrir los gastos.
Logró conseguir empleo en la oficina administrativa de su pueblo de residencia, actividad que desempeñó por 20 años, de igual forma, trabajó en el campo dirigiendo un molino y vendiendo palas y zapatos. Desde el año 2004, debido a la avanzada edad de la madre de Cai, la señora ha estado indispuesta a realizar cualquier tipo de actividad, obligando a Cai a estar a cargo de todo.
A esta mujer, nada la detiene.
Sin importar qué, ella siempre está al lado de su madre prestándole todos los cuidados necesarios.“No estaría aquí si no fuera por ella.
Ella es mi madre, me dio la vida y me crió. No es problema cuidar de ella”, comentó Cai. Por fortuna, ellas cuentan con varios subsidios especiales y con un seguro social, que las ayuda a sobrevivir a pesar de las dificultades.La única preocupación de Cai, es su envejecimiento y la pérdida frecuente de temperamento de su madre.
Dongfeng, no ha querido ocupar a sus hermanas en el cuidado de su madre, afirmando que se encuentran casadas y envejeciendo también. Debido a la dedicación que tuvo a su familia y a su discapacidad, Cai, se ha mantenido soltera.
Cai, fue muy reservada cuando le preguntaron sobre el furor que ha causado su historia, expresando que ella realiza todo ese esfuerzo por el amor y el aprecio que le tiene a su madre. A pesar de su discapacidad, luchó junto a su familia para seguir adelante.
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