Si solo lo conocieras por sus películas, entonces Keanu Reeves sería un completo malvado que no dudaría en golpear a alguien en un abrir y cerrar de ojos.
Pero eso no podría estar más lejos de la verdad porque, en realidad, Keanu es tan humilde y generoso que los encuentros de la vida real con él siempre están llenos de anécdotas de inspiración y esperanza.
Por ejemplo, no mucha gente sabe que regaló la mayoría de sus ganancias de la trilogía de The Matrix a los equipos de diseño de vestuario y efectos especiales, simplemente porque pensó que eran los verdaderos héroes de la historia.
Tampoco es reacio a dar millones de su sueldo solo para que el equipo de producción pueda contratar a los otros actores que desea para el proyecto, al igual que lo hizo en El Abogado Del Diabo (que también protagonizó Al Pacino) y The Replacement (con Gene Hackman)
Pero su amabilidad no se limita a los de la industria del cine. Ha sido fotografiado en el metro, como una persona normal y un ejemplo reciente muestra la calidad de ser humano que es este gran actor.
Cuando su vuelo de United a Burbank se desvió a Bakersfield, ayudó a otros pasajeros a revisar sus planes de viaje y no solo se subió al autobús con ellos para conducir a su destino, sino que también los entretuvo con historias y canciones sobre Bakersfield.
Es sorprendente cómo resultó Keanu Reeves a pesar de la infancia difícil que tuvo. Tenía solo tres años cuando su padre lo dejó y su madre se casó tres veces más después de eso. Se mudó con su madre a Sydney, Nueva York y Toronto antes de finalmente decidir seguir una carrera cinematográfica en Los Ángeles cuando tenía 15 años.
También se ha enfrentado a tragedias inimaginables, como la de su hija muerta, Ava, y la muerte de Jennifer Syme, su novia de toda la vida. La muerte de River Phoenix, que era un querido amigo, también golpeó duro a Keanu.
Pero si bien sus juicios pueden haber llevado a Keanu a convertirse en un recluso que evita la atención de los medios tanto como sea posible, todavía acepta felizmente posar para fotos con sus fans y quienes se lo solicitan.
E incluso en este simple acto de generosidad, alguien se dio cuenta de otra prueba de de cuán buena persona es realmente. Y es que el actor nunca toca a aquellos con los que posa. De hecho, después de una inspección más cercana, notarás que sus manos se ciernen cerca del cuerpo pero nunca se colocan sobre él.
Echa un vistazo a algunas fotos aquí:
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