Lilly Kendall tuvo problemas cardíacos cuando nació, obligándola a pasar sus primeros tres meses de vida en el hospital.
Cuando tenía nueve años, su salud se deterioró nuevamente, dejándola necesitando un trasplante de corazón y pulmón.
Lilly es un ejemplo de cómo los pacientes jóvenes esperan en promedio de dos veces y media más que los adultos para recibir trasplantes similares.
NHS BT reveló la estadística como parte de una campaña para alentar las conversaciones sobre la donación de órganos en el Día Mundial del Corazón.
Cuando Lilly, de Llanelli en Carmarthenshire, tenía 11 años, ella y su familia hablaron con la BBC
Su madre, Catherine, dijo que esperar esa llamada telefónica, comunicando que existía un donante, era “como vivir al límite”.
En ese momento, solo 16 personas estaban en la lista de espera de doble trasplante y menos de cinco eran niños.
Como es un procedimiento tan raro, Catherine se preparó para lo peor.
“Hemos tenido muchas conversaciones difíciles. Hablando de su funeral y lo que le gustaría. Lilly es bastante abierta con todo esto para la edad que tiene y ella fue la que pidió que siguiéramos hablando sobre ello”.
Sin embargo, una semana después de la entrevista, Lilly recibió la llamada.
Catherine dice que “se echó a llorar” cuando reconoció el número en su teléfono.
Lilly fue llevada al Hospital Great Ormond Street, y el procedimiento tardó más de siete horas en completarse.
“No sabía si ella iba a vivir”, dijo Catherine. “No sabía qué pensar”.
Pero gracias a Dios, la operación fue exitosa.
“Sus primeras respiraciones fueron simplemente increíble. Sabía que si respiraba en ese momento, todo estaría bien más adelante. Estuvo en cuidados intensivos por un tiempo”.
“Cuando se despertó, todavía estaba muy drogada, aunque no del tod,o y lo primero que me dijo fue ‘Te amo, mamá'”.
Lilly, ahora de 12 años, continúa recuperándose y ha comenzado a regresar a la escuela.
“Me siento increíble, muy feliz”, dijo.
“No pensé que sobreviviría sin el nuevo corazón y pulmones y todo gracias al donante, quien realmente me salvó”.
“Soy muy afortunada. Para mí, obtener estos órganos es realmente especial, porque todos pensamos que no viviría”.
La terrible experiencia ha puesto de relieve la importancia de la donación de órganos para Catherine.
“Sin la donación de órganos, mi hija no estaría viva hoy”.