La vida está llena de sorpresas.
Un ejemplo es la historia de Wanja Mwaura, de 32 años.
Todo sucedió cuando Wanja caminaba por las calles de Kenia rumbo al mercado, cuando de repente escuchó que alguien gritó su nombre. Se dio cuenta que era un vagabundo en muy malas condiciones, por lo cual le costó trabajo identificar a su amigo.
Fue cuando el vagabundo se presentó como Patrick Wanjiru. Tenía 34 años de edad y hacía 27 años que no sabía nada de su amiga.
Wanja se quedó asombrada, ya que recordaba que Patrick era un buen estudiante.
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Patrick le contó que su vida cambió cuando falleció su abuela, pues tuvo que dejar la escuela. No tenía más familiares, se sentía muy solo, entonces empezó a fumar marihuana, después otras drogas, hasta que finalmente cayó en la heroína.
Se alimentaba de los desperdicios que encontraba en la basura y ahí también buscaba objetos para vender.
Wanja le dejó su teléfono, Patrick comenzó a llamarla, hasta que finalmente revivieron la amistad que había surgido desde la infancia.
Patrick tuvo suerte de encontrarse a Wanja, porque ella se dedica a la enfermería, entonces pudo ayudar a beneficiar su salud, además su amiga hizo público el caso de Patrick para juntar dinero y costear un tratamiento para que se rehabilitara.
Esta historia sin duda es un claro ejemplo que nunca es tarde para empezar y que con una sincera amistad todo es posible.
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Imágenes: Facebook Wanja Mwaura