El obispo Richard Bucci, de Estados Unidos, sacó a la luz una lista con los nombres de 42 legisladores en la que anunció que les impediría realizar la comunión y tener derecho a otros beneficios espirituales por apoyar la Ley de Privacidad Reproductiva, considerada pro-aborto.
Luego de que se conoció el escándalo sobre dicho tema, Bucci se justificó, pero, sus palabras en lugar de apagar las llamas, encendieron mucho más la controversia porque parecía justificar la pedofilia. “La pedofilia no mata a nadie, sin embargo, el aborto sí”, dijo en una entrevista el sacerdote que ejerce sus labores espirituales en Rhode Island, Estados Unidos.
Siguiendo esa idea, informó que sus palabras no se trataban de meros conceptos morales sino de actos que cualquiera puede confirmar. Argumentó que su decisión de privar de beneficios espirituales a esos políticos se tomaba con base a unas tradiciones de más de 2.000 años de antigüedad de la fe cristiana, que no deberían sorprender a la gente.
En dicha entrevista comentó que se basaba en las enseñanzas de la iglesia que explica la Ley Canónica, el Concilio Vaticano II y el Primer Catecismo.
La representante demócrata estadounidense Carol Hagan McEntee, criticó duramente las palabras del sacerdotes y dijo que la iglesia tiene que revisarse seriamente, ya que en su visión la pedofilia es un acto que ha terminado por destruir tantas vidas como lo ha hecho el aborto, debido a que varias personas quienes han sido abusadas han tomado la trágica decisión de suicidarse.
Por estas razones muchos políticos solicitaron la presencia urgente del papa Francisco en Estados Unidos, ya que aseguran que la Iglesia ha llegado a un nivel de degradación insostenible.
Deja tu opinión sobre el caso en los comentarios, y COMPARTE esta noticia con tus amigos.