Diez enfermeras han sido suspendidas después de negarse a tratar a pacientes con coronavirus debido a la falta de mascarillas fiables (del tipo N95).
Según el Sindicato Nacional de Enfermeras de California, los funcionarios del Centro de Salud Providence Saint John de Santa Mónica suspendieron a diez enfermeras por negarse a trabajar en la ardua batalla contra COVID-19 porque no tenían el equipo adecuado.
Como insistió el sindicato, las enfermeras solicitaron máscaras faciales N95, que son más efectivas para detener el coronavirus que las máscaras quirúrgicas, ya que querían garantizar su seguridad en el trabajo.
Sin embargo, parece que súplicas de las enfermeras fueron desestimadas ya que los funcionarios insistieron en que las máscaras N95 no eran necesarias para que cumplieran con su trabajo.
Según el sindicato, las diez enfermeras han sido suspendidas en espera de una investigación por parte del departamento de recursos humanos.
Mientras tanto, innumerables trabajadores de la salud en todo el mundo enfrentan escasez de suministros médicos, mientras que algunos recurren a la compra de fuentes de terceros o hacen sus propias versiones en un intento de proteger su salud mientras salvan vidas.
En otro caso no relacionado, una enfermera de Nueva Jersey que trabajaba en la UCI fue suspendida después de usar dinero donado a través de GoFundMe para comprar equipo de protección y distribuirlo a sus colegas.
Olga estaba a cargo de un equipo de recaudación de fondos compuesto por otros doce trabajadores de la salud que tenían como objetivo la compra de material sanitario.
Después de recaudar unos $ 12.000 dólares, Matievskaya ordenó varios cientos de máscaras faciales y gorras, así como miles de fundas para zapatos, de eBay.
Una vez que llegó el EPP, la enfermera lo distribuyó a sus colegas en el hospital solo para enfrentar una suspensión laboral.
El portavoz del centro médico explicó que la enfermera fue suspendida temporalmente por “distribuir de manera inapropiada suministros médicos no autorizados”.
“Ningún empleado tiene permitido distribuir suministros médicos no autorizados dentro del hospital”, insistieron los funcionarios.
Como afirmó uno de los colegas de la enfermera después de que se produjo la suspensión, todo lo que el personal quiere es “sentirse seguros parabrindar a sus pacientes la atención óptima que necesitan”.
“Entendemos que esto es para lo que firmamos. Pero solo bríndenos suficiente material para que podamos brindarles a estos pacientes la atención óptima que necesitan, y para que no contaminemos a otros ni a nosotros mismos”, dijeron.
¿Te parece justo que sigan arriesgándose sin tener las mínimas condiciones para protegerse ellos mismos?
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