Siempre es bueno buscar el lado bueno de las cosas, por muy malas o difíciles que sean.
Una de las cosas positivas que nos ha traído el Covid-19 y su dominio del mundo, es notar que estamos rodeados de héroes sin capa como Zane Powles, un maestro de primaria en Inglaterra, quien camina ocho kilómetros diariamente para llevar comida a niños menos favorecidos que estudian en su escuela.
Además del personal médico y quienes trabajan en los servicios de salud alrededor del planeta, otros héroes sin capa andan por ahí y se están dejando conocer en medio de la pandemia de Covid-19, la cual tiene a la gran mayoría de las personas resguardados en sus hogares.
La situación actual afecta especialmente a las familias menos favorecidas y es por eso que Zane Powles recorre todos los días la localidad de Grimsby, con el fin de entregar un almuerzo a los niños en la puerta de sus casas.
El propósito del profesor Powles, de 45 años de edad, es un muy simple: aportar su granito de arena para que los pequeños de esas familias cuenten con un buen almuerzo sin que sus representantes se vean en la necesidad de acudir al colegio por éste, exponiéndose al virus, ya que es un almuerzo que se les entrega a los niños de forma gratuita gracias a un programa escolar.
Zane Powles entrega 79 almuerzos a diario. El profesor llega hasta las casas donde viven los estudiantes, toca la puerta y deja la comida frente a ésta. Luego retrocede unos pasos para mantener distancia y espera hasta que alguien de la familia salga a recibir el almuerzo. Esta hermosa acción del maestro ya es bien conocida entre los vecinos de la localidad, ya que empezó a hacerlo desde el pasado 20 de marzo.
Con pancartas y todo tipo de reconocimientos, aplauden la labor diaria que efectúa Powles.
“Es importante dejar mi granito de arena en el esfuerzo nacional mientras pasamos por esta crisis juntos como nación”, dijo Powles. Kim Leach, directora de la Escuela Primaria Western (donde trabaja Powles), apoya en la labor diaria del profesor entregando almuerzos a varios niños, la diferencia está en que ella lo hace desde su automóvil (aunque no por eso deja de tener mérito).
Los almuerzos constan de un sándwich, galletas, papas, una manzana y en a veces, un pastelillo.
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