Castilla-La Mancha tiene el deshonroso honor de ser la comunidad autónoma con el mayor número de clubes de carretera y locales de alterne en España.
Lugares donde, si ya era difícil el día a día de las “trabajadoras del sexo”, ahora el coronavirus ha vuelto la situación aún peor.
Del total de los prostíbulos existentes en todo el país, un 80% se encuentran en Castilla-La Mancha, donde hay 82 clubes, 109 pisos, 11 casas y dos lugares de calle donde se ejerce la prostitución, según los datos del Instituto de la Mujer.
Según informa la presidenta de esta organización en Castilla-La Mancha, Idoia Ugarte, “las mujeres que trabajan en esos sitios se ven abocadas a ejercer con clientes que ya conocen para hacer frente a la grave situación económica a la que se enfrentan, puesto que en muchos casos tienen que pagar las habitaciones y pisos donde están confinadas e incluso tienen familiares a cargo”.
Los Médicos del Mundo denuncian que las mujeres prostituidas afrontan una “situación crítica” ante el estado de alarma que vive el país por el Covid-19. Varias de ellas han contado a los miembros de la organización que siguen trabajando sin medidas de protección frente al virus y sus condiciones socio-económicas, las obliga a continuar prostituyéndose.
Los equipos de la ONG, ante la imposibilidad de atenderlas directamente estos días, las llaman por teléfono para hacer seguimiento y dar apoyo psicosocial, debido a que se encuentran confinadas en los clubes y pisos cerrados, y son los encargados de los lugares los que les suministran de momento alimento y otras necesidades.
No obstante, según comenta Idoia Ugarte, “las mujeres tienen miedo a que la situación se alargue y no puedan hacer frente a los gastos de alquiler. También, temen que los propietarios no las dejen seguir estando refugiadas en estos lugares y las manden a la calle”.
Desde Médicos del Mundo demandan un alojamiento, comida y productos de aseo personal, así como material de prevención ante el Covid-19, puesto que seguir las normas de confinamiento en esas circunstancias se hace casi imposible.
La presidenta informa que muchas de ellas se han mostrado preocupadas por la situación de sus familias durante el confinamiento, debido a que algunas mujeres tienen cargas familiares a las que no saben cómo responder y para las que demandan necesidades tan básicas como la de la alimentación y la mayoría de ellas, ni siquiera, tienen acceso al sistema público de salud.
Médicos del Mundo solicitan al Gobierno de España que considere a las mujeres en situación de prostitución (población vulnerable) para que puedan suscribirse a políticas públicas de apoyo económico y poder acceder a los diferentes sistemas de servicios sociales que se están habilitando para personas en situación de vulnerabilidad social y víctimas de violencia de género.
“La situación administrativa irregular de la mayoría de estas mujeres les deja fuera de recursos adoptados por el Gobierno, como la prohibición a las compañías suministradoras de cortar el agua, la luz y el gas a los hogares, que en esta crisis no puedan sufragar el recibo”, afirma Ugarte.
La organización reclama la necesidad de apoyo psicosocial urgente, ya que son mujeres alejadas de sus familias, sin redes sociales o familiares, confinadas en prostíbulos o pisos, una situación que genera más estrés y ansiedad a la ya de por sí difícil situación que viven el resto de personas.
Médicos del Mundo informa de la necesidad, no solo en tiempo de crisis, de que haya políticas públicas de apoyo a estas mujeres en temas de recursos habitacionales, recursos económicos, formación o empleo para que puedan salir de la prostitución.
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