Sucedió en Egipto, cuando Samar M.
de 28 años de edad, se casó con Mohammad S. de 31. Sin embargo, ella se desenamoró de él, por hacer lo que toda mujer desearía que un hombre hiciera por ellas: ¡las tareas de casa!
La disputa se generó porque su esposo es dueño de una famosa tienda de ropa, donde tiene varios empleados y, por tanto, puede pasar la mayor parte de su tiempo en su hogar.
Samar cuenta que él se pasa todo el día limpiando, reorganizando muebles, y que se comportaba como ama de casa, por tal motivo, ella se aburrió de la situación.
“No solo hacía todos los quehaceres, sino que se negaba a permitirme que yo lo ayudara”.
También comentó que cuando se confrontaba a su marido, él le decía que: “si ella quería vivir en su casa, tenía que seguir sus reglas”.
“Realmente él es “la mujer de la casa” y estoy odiando mi vida junto a él. Llevamos dos semanas casados y cocina o lava la ropa, porque sabe cómo clasificar las prendas lavables por color. Después plancha la ropa, barre y acomoda la comida en la nevera”, se quejó Samar y añadió: “Me siento a observarlo todo el día mientras él mueve objetos luciendo muy feliz”.
Samar presentó una demanda en el Tribunal de Familia en New Cairo, alegando que su marido, no le da la libertad de manejar los asuntos internos y por tanto, se siente como la huésped de un hotel.
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