Alva Campbell, fue condenado a muerte, por el asesinato de un joven al que robó el carro, salió vivo de la cámara de inyección letal.
Por tercera vez en la historia de Estados Unidos, una ejecución tuvo que ser interrumpida cuando había empezado, porque no hubo forma de acabar con la vida del reo.
Campbell estuvo 20 años en la cárcel por el asesinato de un sujeto en un bar de Cleveland (Ohio). Fue puesto en libertad en el año 1992, sin embargo, lo detuvieron nuevamente por robo a mano armada. El 2 de abril del año 1997, cuando era conducido en silla de ruedas a la corte donde sería juzgado, le quitó el arma a un policía del condado de Franklin (Ohio) y robo un auto, secuestrando para ello a su conductor, Charles Dials, de 18 años de edad.
Luego de llevar varias horas conduciendo, le pegó dos tiros en la cabeza al chico. Fue condenado a muerte por eso.
Veinte años más tarde, Campbell tiene 72 años y sufre una enfermedad pulmonar grave ocasionada por fumar dos paquetes de tabaco al día. Su abogado informó que sería muy difícil encontrar una vena donde inyectarle la solución fatal, sin embargo, las autoridades de Ohio hicieron caso omiso. El día de la ejecución, los agentes trataron por más de 20 minutos encontrar la manera de acabar con su vida. Sin éxito alguno.
Campbell salió vivo de la cámara, algo que solo ha sucedido en dos oportunidades. En el año 2009, también en Ohio, se canceló la ejecución de Romell Broom luego de casi tres horas intentando encontrar una vena, sin éxito. Será ejecutado en el año 2020. En el año 1946, en Louisiana, se interrumpió la muerte de Willie Francis, de 16 años de edad, en la silla eléctrica por problemas técnicos. Fue ejecutado al año siguiente.
La ejecución ha sido pospuesta para junio. Su abogado confirma que podría volver a intentarse la inyección letal con un procedimiento más meticuloso que evitara el riesgo de causarle daño físico innecesario y severo. De lo contrario, sugiere la opción del pelotón de fusilamiento, que no provocaría sufrimiento ni requeriría de inyectar drogas, comentó el abogado.
El pelotón de fusilamiento no está contemplado en la legislación de Ohio (sí es legal en Utah y Oklahoma si no hay otro método posible). “Va más allá del límite del sentido común”, ha indicado la Oficina del Fiscal General de Ohio.
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