Ser taxista debe ser algo especial, conocer todo tipo de personas y escuchar tantas historias, aunque no muchas personas piensan que sea un trabajo divertido, lo que sí es un hecho es que la labor que hacen es muy noble pues en muchas ocasiones nos han sacado de apuros cuando hemos tenido que trasladarnos.
Todos los días viven una nueva aventura y cada día es muy diferente al anterior algunas veces descubren lugares inesperados y todo eso ocurre, siempre, en un mismo espacio, en su taxi.
Te compartiremos el increíble trabajo de un hombre que además de ser taxista decidió registrar sus experiencias en fotografías, captando imágenes de personas durante un periodo de 20 años, es fascinante imaginar todas las historias que se esconden detrás de esas fotos.
Ryan Weideman decidió convertir el asiento trasero de su taxi en un estudio y fotografiar a sus pasajeros. Cuando llegó a la ciudad de Nueva York en el año 1980, Ryan tenía muchos sueños, pero hacer una carrera de fotógrafo era muy complicado pues la vida en esa ciudad es muy costosa, pagar el alquiler y las cuentas era cada vez complicado.
Ryan Weideman
“Autorretrato con Dianne Brill, 1986”.
Un vecino de Ryan que era taxista le dio la idea de trabajar y al mismo tiempo hacer lo que siempre había soñado, ser fotógrafo.
Como resultado, esta idea se proyectó en un trabajo increíble, una serie de fotografías con una variedad de personajes dentro de su taxi a lo largo de dos décadas.
1.
Ryan Weideman 1986
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Ruby Duby Do, 1982
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Pareja misteriosa, 1998
4.
En las sombras, 1992
5.
Homenaje a Robert Frank, 1997
6.
Autorretrato con pasajero, 1990
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Autorretrato con Vaquero, 1998
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Autorretrato con travesti, 1997
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La soledad del asiento delantero, 1997
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Personas serpiente, Lower East Side, 1984
22.
¿Quieres un caramelo?, 1982
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Fotografías de Ryan Weideman