Una madre revela cómo le cortó la garganta a su perro y lo golpeó en la cabeza para salvar a su hija, pero la pequeña no sobrevivió.
Triniti Harrell, de un año, murió en el hospital después de que la mascota de su familia la atacara. Miranda, su madre, llamó inmediatamente al 911 mientras la niña estaba siendo atacada y recibió instrucciones fuertes en un intento por salvar a Triniti. Sin embargo, nada funcionó.
La madre le rogó al operador del 911 que “se apresurara” y enviara ayuda. La conversación comienza con Harrell diciendo que su perro estaba “atacando” a su hija.
Ella dijo: “Danse prisa, se está muriendo. Por favor, apúrense”
“¿Puedes intentar conseguir algo para separarlos? Tengo a todos los que puedo conseguir en camino hacia usted”, dijo el operador del 911.
Le dijo a Miranda que pusiera un palo en la boca del pitbull para tratar de separar a su hija de él. Luego, le indicó a la madre que usara una sartén o una pala para golpear al perro y noquearlo.
“Golpéalo con eso. Golpéalo justo en el centro de la parte superior de su cabeza. Si lo golpeas lo suficientemente fuerte, lo noquearás”, dijo.
La madre dijo que estaba golpeando al perro lo más fuerte que podía, pero no ayudaba en nada. Fue entonces cuando el despachador le dijo que entrara y tomara un cuchillo de cocina para degollar al perro.
“¿Puedes correr a la casa y agarrar un cuchillo de carne o algo?”
“Si vas a la casa corriendo y buscas un cuchillo, te diré cómo sacarlo de ella”, explicó.
La mamá respondió que no podía dejar sola a su hija, pero el despachador insistió. “Te tomará 30 segundos correr a la casa y agarrarlo”, dijo.
La madre lo ignoró y continuó gritándole al animal, y le dijo: “Señora, gritarle no va a cambiar nada. Necesito que encuentres algo afilado, y te explicaré cómo quitarle al perro”.
Cuando entró a buscar un cuchillo, le dijo: “Córtale en la parte inferior del cuello”.
“Va a rajar los músculos de su mandíbula. No tendrá más remedio que dejarlo ir”.
Miranda explicó que lo estaba intentando, pero que la hoja no estaba lo suficientemente afilada para funcionar.
El despachador prosiguió: “Necesito que hagas cualquier cosa que puedas hacer con eso para que ese perro la suelte. La vida del perro no me preocupa en este momento”.
La llamada se cortó después y un oficial de policía fuera de servicio llegó a su casa y le disparó al perro. Triniti fue trasladada al hospital de inmediato. Sin embargo, falleció una semana después del ataque.
Estos ataques son más frecuentes de lo que imaginarías.
Ten cuidado siempre.