Los países asiáticos son bastante conocidos por tener rigurosas costumbres y un nivel cultural que pocos países, podrían superar.
Pero para llegar a ser lo que son, deben pasar por un riguroso entrenamiento, que muy pocos podrían aguantar.
Las unidades educativas poseen reglas para propiciar un ambiente de orden y uniformidad, donde los alumnos puedan practicar un aprendizaje organizado y sin contratiempos.
A continuación te presentaremos ejemplos de cuando la disciplina va más allá de lo aceptable y sobrepasa los límites.
Al revés
Uno de los castigos que deben afrontar los alumnos, implica sostenerse con las manos en el suelo y los pies apoyados en una superficie vertical durante largos períodos de tiempo, además de otras actividades extenuantes como abdominales y carreras, todo esto para los alumnos que llegan tarde o conversan durante las clases.
Palillos de tambor
El taiko es un tambor japonés de gran tamaño que se utiliza en la música tradicional del país. Este instrumento se toca con unos palillos relativamente gruesos, con los que algunos profesores aplicaban golpes a los alumnos más rudos con el objetivo de disciplinarlos.
Demasiada disciplina
En una escuela de primaria de la Prefectura de Himi, en Japón, un profesor regañó a un alumno por su mala conducta, se lo llevó al baño, donde le pellizcó fuertemente en la mejilla, lo abofeteó en el rostro unas 20 veces, y por último le dio un cabezazo.
Oler Axilas
Otro castigo bastante común que realizaban algunos profesores en Japón consistía en obligar a un alumno a oler las axilas sudadas de algún otro compañero de clase.
Arrodillarse en guisantes congelados
Al parecer, según algunos alumnos, se trata de una práctica común entre profesores y padres asiáticos, donde obligan a los jóvenes a arrodillarse en guisantes congelados.
Extintor
En octubre de 2013, un profesor de una escuela de la ciudad de Osaka, fue sancionado duramente por agredir a un estudiante de primaria que olvidó llevar sus tareas a clase.point 251 |
En un momento determinado, el profesor de 31 años interrumpió la lección y comenzó a gritarle, para después agarrarlo del cuello de la camisa y darle varias bofetadas en la mejilla.point 156 | Finalmente, decidió sacarlo del aula a empujones para después dejarle caer sobre una caja de extintor de incendios, donde se golpeó la cabeza fuertemente.point 290 | 1
Romper el cascarón
El apretón de cráneo también era una opción ciertamente común si lo que se pretendía era educar a los japoneses de una manera firme. El profesor se colocaba frente a su víctima y, con la ayuda de las dos manos, apretaba progresivamente ambos lados de la cara de algún joven, causando así un dolor considerable en la zona.
Posición Seiza
Uno de los castigos más usados en Japón cuando un niño hace algo malo es el de obligarlo a colocarse en posición de seiza, la cual es una forma de arrodillarse que se practica en la meditación. Después, el profesor se acerca al alumno y empieza a darle pequeños golpes en su cabeza, hasta que crea que ha sido suficiente.
Ropa interior abajo
Aunque está claro que esto va mucho más allá de cualquier castigo remotamente aceptable, no está claro cuál es el contexto detrás de este castigo, que sin duda es algo escandaloso.
Sin duda alguna los asiáticos se toman muy en serio el tema de la disciplina.
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