Muchas veces se sale de las manos llevar un disgusto con nuestra pareja a niveles que se salen de nuestro control, en ocasiones al punto de llegar a lastimarse mutuamente y posteriormente arrepentirnos por la forma en que tomamos esas decisiones.
Podemos esperar la reconciliación, pero a magnitud de nuestros actos se pueden volcar a un retorno imposible.
Es ante todo, importante establecer un límite y llevar una sana relación basada en la comunicación, porque de otra forma iremos acumulando malos puntos a nuestro deseo de estar el uno con el otro.
En todo caso, es mejor identificar algunos errores que solemos cometer en nuestra convivencia diaria con nuestra pareja. Ahora te mostraremos lo que es recomendable no hacer y lo que sería más sano y prudente ante un conflicto.
Y recuerda, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir después.
Jamás vas a solucionar los problemas involucrando a otros miembros de la familia.
Siempre cuando las cosas se salen de control, queremos recurrir a la familia como una forma de escapar de nuestra responsabilidad de afrontar nuestros desacuerdos, este es el peor error que podemos cometer, pues seguramente las familias tomarán partido y a la larga crearán rivalidad entre ustedes y en el peor de los casos convertirás a tu pareja en el peor enemigo de la familia y en un elemento incómodo para todos.point 527 |
Esto a la larga puede ser un perfecto pretexto para que cualquiera cuestione su relación.point 76 | point 76 | 1
No permitas ningún evento de violencia
Cuando nos dejamos llevar por nuestros impulsos, es muy fácil explotar y violentarnos. Esto es el peor camino para llegar a solucionar los conflictos, a pesar de tener la razón, nunca debemos dejarnos guiar por acciones que hieran a quien comparte la vida con nosotros. Finalmente es quien más quieres y es en quien menos debe recaer cualquier tipo de daño. No importa cuál sea el motivo, al final todo causará dolor a los dos.
No reclames por un problema y recrimines otras cosas que te molestan
Si tienes un desacuerdo con tu pareja no lo relaciones con otras cosas que al final de cuentas no tienen nada que ver con su conflicto. No es bueno desviarse de nuestros problemas para relacionar otros errores que puedan darnos más poder de reclamar. Echar en cara los defectos no hará que nada se solucione. Al final terminarás por desilusionar a tu pareja porque finalmente nada es bueno para ti y ya no tendría caso arreglar nada.
Lo peor que debemos hacer es hablar de separación
Queremos siempre dominar la situación, hablamos incluso de temas radicales como divorcio, es un límite que no debemos permitirnos llegar, pensamos que al hacerlo ganaremos terreno, pero la verdad es que lo único que conseguimos es propiciar una verdadera separación, no hay que olvidar que las palabras son decretos. Si en vedad hay amor, no hay necesidad de tocar ese terreno que no corresponde a su realidad.
Jamás te vayas de casa después una discusión
Huir es lo peor que podemos hacer después de un desacuerdo, es una forma de escapar de lo que no has podido solucionar desde hace tiempo. Es más fácil de resolver los conflictos y no dejar a tu pareja esperando toda la noche. Es mejor que permanezcas en casa y afrontes la realidad y hablen los dos como personas maduras.
Jamás duerman por separado
Si te vas a dormir al sillón estas demostrando que no quieres tener más contacto con tu pareja, es como si estuvieras poniendo una barrera en tu relación y que no estás listo para una reconciliación. Procura bajar tu enojo y eso extinguirá el conflicto. Es mejor dormir juntos a pesar de todo, a siguiente día seguramente amanecerán abrazados y todo lo demás no tendrá tanta importancia como habían creído.
Nunca es bueno discutir en público
Muchas ocasiones se desatan los problemas en lugares públicos, pensamos que nos encontramos en una burbuja y que nadie nos escucha, debido al estado emotivo en el que nos encontramos. Pero es importante darnos cuenta que no es necesario incomodar a las personas que se encuentran alrededor, finalmente la situación no se va a solucionar más que hablando frente a frente y sólo los dos. No es necesario que nadie viva nuestro drama.
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