A medida que pasan los años y envejecemos, nuestro cuerpo pasa por un sinfín de cambios, ya sea por la menopausia o por otra causa, estos cambios pueden conllevar al aumento de peso.
A continuación, te explicamos más sobre este tema.
Cambios hormonales.
El principal causante de los cambios en el cuerpo después de los 40, son las hormonas. A medida que se acerca la menopausia, los niveles de estrógeno, progesterona y testosterona fluctúan. Esto desata un sinfín de cambios, desde la disminución de la densidad ósea y la masa muscular, hasta la disminución del deseo sexual y los cambios de humor.
Lo primordial en este caso es consultar a tu médico para que te oriente y recomiende el consumo de suplementos hormonales.
Tu metabolismo está sufriendo un descenso natural.
La tasa metabólica se vuelve naturalmente más lenta con la edad. Los niveles más bajos de estrógeno contribuyen a un metabolismo lento. Por esta razón, comienzas a acumular más grasa, especialmente alrededor de la cintura.
No olvides mantenerte activa. Haz ejercicio físico con bastante frecuencia, verás que te sentirás con más energía.
Comienzas a perder músculo magro.
A partir de los 40 años se pierde masa muscular, esto tiene estrecha relación con la disminución de los niveles de estrógeno y testosterona que acompañan a la menopausia.
Lo ideal es que trates de levantar pesas de dos a cuatro veces por semana.
Tu cuerpo se empieza a volver resistente a la insulina.
A medida que pasan los años, el cuerpo comienza a ignorar la insulina, quien es responsable de regular los niveles de azúcar en la sangre. Por ende, tus niveles de azúcar serán más elevados.
Para evitar una sobrecarga de glucosa, trata de llevar una dieta equilibrada, en la que estén incluidos carbohidratos y proteínas.
Te sientes más estresada.
Por lo general, esta edad está llena de muchos momentos difíciles, tanto por el trabajo, como por las cargas familiares.
Encuentra momentos para relajarte. Practicar yoga es algo que te servirá bastante para despejar la mente y alma.
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Cabe resaltar, que este artículo sólo tiene fines informativos, y que en ningún momento debe ser considerado como asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Nunca dejes de buscar asesoramiento médico.