¡Esta madre ha dado a luz a más de 40 niños gracias a sus ovarios anormalmente grandes!
Mariam Nabatanzi, de Uganda, dio a luz gemelos solo un año después de que se casara a la edad de 12 años. Le siguieron cinco pares de gemelos, junto con cinco pares de cuadrúpedos y cuatro trillizos. ¡Guauu!
Pero hace tres años, fue abandonada por su esposo, dejándola sola al cuidado de sus 38 hijos. Y 6 de sus hijos fallecieron.
Ese fue solo el último revés en una vida viciada por la tragedia para Nabatanzi, que vive con sus hijos sobrevivientes en cuatro pequeñas casas hechas de bloques de cemento y cubiertas de hierro corrugado en la ciudad.
Después de dar a luz a su primer par de gemelos, un médico le dijo a Nabatanzi que tenía ovarios inusualmente grandes. Él le aconsejó tomar píldoras anticonceptivas, pero que estas podrían causar problemas de salud a largo plazo, por lo que los bebés siguieron llegando.
En Uganda, la tasa de fertilidad promedio es de 5.6 niños por mujer, más del doble del promedio de 2.4 mundial.
Incluso en Uganda, el tamaño de la familia de Nabatanzi la hace un caso atípico. Su último embarazo tuvo algunas complicaciones y cuando dio a luz a su sexto par de gemelos, uno de los bebés murió.
Su esposo, que siempre desaparecía de vez en cuando, decidió dejarla sola con todos los niños. Nabatanzi se refiere a él usando una palabrota.
En una entrevista, ella dijo: “He crecido llorando, he pasado por mucho sufrimiento”.
“Todo mi tiempo lo he pasado cuidando a mis hijos y trabajando para ganar algo de dinero”.
Para sobrevivir, Nabatanzi ha hecho de todo: recolectar y vender chatarra, peluquería, elaborar ginebra local, decorar eventos y vender hierbas medicinales. El dinero que gana se usa para ropa, atención médica, alimentos y gastos escolares.
Su hijo mayor, Ivan Kibuka, de 23 años, tuvo que abandonar la escuela secundaria cuando se agotaron sus ahorros.
“Mamá está abrumada, el trabajo la está aplastando, ayudamos donde podemos, como cocinar y lavar, pero ella todavía lleva toda la carga financiera. Lo siento por ella”, expresó.
En una pequeña habitación con paredes cubiertas de mugre, doce de sus hijos duermen en literas de metal con colchones muy delgados. En otras habitaciones, sus hermanos se amontonan en colchones compartidos mientras que otros descansan en el piso de tierra.
Un día puede requerir 25 kg de harina de maíz, dijo Nabatanzi. La carne o el pescado se consideran lujos. Su mayor deseo es que sus hijos sean felices.
“Comencé a asumir responsabilidades de adultos en una etapa temprana”, dijo. “Creo que no he tenido una vida alegre desde que nací”.
¿Te imaginas tener tantos hijos y ser el único adulto del que dependan?