El progreso técnico, sin duda, hace que nuestra vida sea más fácil y más interesante. Pero al mismo tiempo, los dispositivos modernos también son una amenaza para el bienestar de sus usuarios. Y ante todo se trata de los smartphones. Hace algunas décadas, no sabíamos nada sobre el síndrome de la vibración fantasma, y hoy en día aproximadamente el 90 % de los propietarios de teléfonos sufren de ello.
Smalljoys quiere que estés sano y te advierte sobre los problemas que pueden surgir debido al uso demasiado frecuente del smartphone.
1. Adicción al smartphone
Según una investigación, los estudiantes en los EE. UU. pasan un promedio de 10 horas al día en línea. A los jóvenes el smartphone les toma varias veces más tiempo que comunicación con amigos y familiares.
Otro experimento demostró que 3 de cada 5 usuarios de teléfonos inteligentes no pueden ignorar su teléfono durante más de 60 minutos. Los expertos creen que en el momento en que nos llaman o cuando escuchamos el sonido de los SMS recibimos una dosis de dopamina y serotonina, sustancias químicas relacionadas con la felicidad. Por eso nos cuesta tanto rechazar las porciones diarias de ánimo positivo.
2. Síndrome de abstinencia de smartphone
Igual que en otros casos relacionados con la adicción a algo, renunciar a tu teléfono inteligente puede ser un proceso largo y doloroso. En 2011, un estudio demostró que, al negarse conscientemente a usar el smartphone o la computadora por un día, la mayoría de las personas experimentaban malestar físico y mental, pánico, confusión y una sensación de aislamiento.
3. Problemas de espalda
¿Te has fijado alguna vez en la postura que adoptan las personas que están jugando con sus teléfonos inteligentes? Como regla general, casi nadie de ellas la cuida. Las estadísticas muestran que el número de jóvenes que sufren de escoliosis o dolor en la columna vertebral ha aumentado dramáticamente en los últimos años. Aproximadamente la mitad de los jóvenes de hoy enfrentan este problema.
El hecho es que estar permanentemente en una posición curva ejerce presión sobre los discos vertebrales, y escribir un mensaje de texto en esta posición puede agregar hasta 22 kg de presión en la columna vertebral humana.
4. Neuralgia occipital
La neuralgia occipital es otro efecto secundario desagradable del uso constante de teléfono móvil. Esta es una condición neurológica que ocurre cuando se afecta el gran nervio occipital. Es responsable de la sensibilidad del cuero cabelludo y movilidad del cuello. La neuralgia causa síntomas similares a los que experimentan las personas con dolor de cabeza severo o migraña.
5. Estrés y depresión
Cuanto más tiempo pasan las personas con su teléfono inteligente, más probabilidades hay de que se depriman. Esto se debe a la espera constante: los mensajes de un amigo, las reacciones a una foto publicada en la red social, un comentario. Los científicos consideran que para entrar en estado de estrés o depresión una persona propensa al pesimismo necesita unos 68 minutos en línea.
6. Trastornos del sueño
El 63 % de los usuarios de teléfonos inteligentes de 18 a 29 años se duermen con su teléfono móvil en la mano. Según el estudio publicado en septiembre de 2015, la cantidad de cafeína en doble espresso tiene menos impacto en el sueño que el efecto de la luz en la noche. Precisamente por esa razón el uso del teléfono inteligente en la oscuridad completa tiene un efecto negativo en el sueño, debido a su capacidad de suprimir la producción de melatonina, una hormona responsable del ritmo circadiano de las personas.
7. Enfermedades causadas por bacterias
La superficie del teléfono contiene 10 veces más bacterias que el asiento del inodoro. Esta conclusión fue hecha por científicos de la Universidad de Arizona. Y lo más desagradable es que este vivero de bacterias entra en contacto con el cutis. Por lo tanto, te recomendamos que limpies tu teléfono con la mayor frecuencia posible y lo guardes en un estuche cerrado.
8. Dolor en las manos
Teclear mensajes de texto y desplazarse por la sección de noticias causan dolor en las articulaciones de los dedos y las muñecas. Esto se debe a la inflamación de los tendones. Si no se le presta la atención adecuada, puede llevar a problemas más graves, por ejemplo, tendinitis —distrofia del tejido del tendón. El hormigueo o adormecimiento frecuente de la mano puede ser una señal de alarma. Los médicos sugieren que dediques tiempo a prevenir la enfermedad para no tener que acudir al médico. Intenta hacer ejercicios para las manos varias veces al día.
9. Deterioro de la visión
La exposición directa a la luz azul, como la luz de la pantalla del teléfono móvil, puede dañar la retina del ojo. Y esto, a su vez, es el comienzo del deterioro de la visión central (la capacidad de ver lo que hay delante de tus ojos). El 55 % de los usuarios de teléfonos inteligentes se quejan de molestia en los ojos. Para cuidar la vista, debes tomar un respiro cada 20 minutos, apartar el móvil y dedicar un rato a la gimnasia para los ojos.
10. Pérdida de audición
La exposición repetida al ruido por encima de 85 dB puede causar pérdida de audición. Al mismo tiempo, el volumen máximo del teléfono inteligente es de aproximadamente 105 dB, lo que equivale a un concierto. Escuchar música a este volumen durante más de 4 minutos puede dañar tu audición.
11. Síndrome del túnel cubital
El síndrome se desarrolla debido a la fuerte presión en el área de la articulación del codo. La mayoría de las personas que sufren este síndrome son aquellas que tienen que hablar por teléfono durante mucho tiempo, apoyándolo en el oído. Con el tiempo, el nervio cubital se daña. Para evitar esto, se recomienda elegir auriculares con micrófono, durante el uso de los cuales no tienes que involucrar las manos.
12. Sobrealimentación
El 63 % de los jóvenes informaron que se sentían “sobrecargados” con fotos de comida. Cada día se suben a las redes sociales miles de fotos y videos de comidas. Muchos usuarios de la red se obsesionan con este tema a causa de tales recordatorios constantes, incluidos aquellos que no han padecido la tendencia a comer en exceso en la infancia. Según un estudio, las señales externas, como las fotos de alimentos apetitosos, pueden provocar el deseo de comer, incluso si no tienes hambre.
13. Síndrome de vibración fantasma
A veces, los propietarios de los teléfonos están tan preocupados por la posibilidad de perder una llamada o un mensaje que les parece que su móvil está vibrando constantemente. Este fenómeno se llama síndrome de vibración fantasma. La menor contracción de los músculos o la sensación de movimiento de la ropa se interpretan por el cerebro como la señal del teléfono. Un estudio mostró que aproximadamente el 90 % de las personas al menos una vez experimentaron el síndrome en sí mismas. Por cierto, en la década de 1990, las personas ya estaban experimentando un fenómeno similar, aunque en aquellos días fue causado por el bíper.
14. Hiperpigmentación de la piel
La hiperpigmentación suele ser el resultado de los esfuerzos de la piel para protegerse de los efectos dañinos de la radiación ultravioleta. Bajo los rayos solares se producen células que contienen un pigmento oscurecido, la melanina. De esta manera se forman zonas oscuras sobre la piel. Sin embargo, en el transcurso de los estudios recientes fue demostrado que la luz de la pantalla del teléfono inteligente afecta a una persona de la misma manera. Por esta razón los médicos aconsejan que limites la cantidad de los selfies.
Hay que ser moderado en todas las cosas, y la situación con el smartphone no es una excepción. Después de todo, Internet y los dispositivos electrónicos son una parte importante de nuestra vida que nos hace más felices. Y eso es algo que también fue demostrado por los científicos. ¿Cuánto tiempo le dedicas a tu teléfono inteligente?
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1. Prefieres la soledad a una compañía ruidosa
A las personas inteligentes no necesariamente les hace falta una gran compañía de amigos para pasar un buen rato. El estudio de Norman Lee y Satoshi Kanazawa, “How intelligence, population density, and friendship affect modern happiness” (“Cómo la inteligencia, la densidad de la población y la amistad afectan la felicidad moderna”), ha demostrado que este tipo de sujetos se sienten cómodos estando solos, y la necesidad constante de comunicarse con alguien en lugar de dar placer, les resulta agotador.
Además, las personas dotadas suelen hablar consigo mismas en voz alta, y este factor también indica una gran inteligencia y, de ninguna manera, locura.
2. Aprendiste a leer temprano
No es que solo los niños inteligentes puedan aprender a leer a una edad temprana. Por el contrario, los científicos británicos Stuart J. Richie, Timothy C. Bates y Robert Plomin creen que la lectura es lo que hace que ellos sean más inteligentes.
Es bastante obvio: cuanto antes hayas aprendido las letras y cuantos más libros leas, mayores serán tus conocimientos. Por supuesto que esto se aplica a aquellos cuyo círculo de lectura es diverso y no se limita a un solo género o autor.
3. Eres el hijo mayor de la familia
Los científicos de la Universidad de Edimburgo han demostrado que los niños mayores, casi siempre, tienen una pequeña pero estadísticamente significativa ventaja en términos de coeficiente de inteligencia: tienen un promedio de 3 puntos más. Resultó que esta diferencia no se debe a los factores biológicos o genéticos, sino a la interacción psicológica de padres e hijos.
Pero cabe señalar que Dmitri Mendeléyev fue el último, el decimoséptimo hijo de la familia, y eso no le impidió crear el conocido sistema periódico de elementos químicos, lo que le brindo reconocimiento histórico y mundial.
4. Tienes una altura por encima del promedio
Un estudio de Princeton realizado por Anne Case y Christina Paxson demostró que los niños de mayor altura, muchas veces, obtienen más puntos en las pruebas de inteligencia y, en la edad adulta, ganan más dinero. Uno de los ejemplos es Steve Jobs, que medía 188 cm.
Esto se manifiesta ya en la primera infancia: los niños de 3 años de rápido crecimiento tienden a superar las diferentes pruebas mejor que sus pares de menor altura.
5. Fuiste a una escuela de música
Un estudio de Glenn Schellenberg demostró que los niños que tocaron el teclado o tomaron lecciones de canto durante 9 meses, tenían un puntaje de CI más alto que los que asistían a talleres de teatro o que no iban a ninguna parte.
Y en el año 2013, Schellenberg presentó la hipótesis de que, probablemente, haya sido precisamente la inteligencia superior de los niños lo que los haya llevado a dedicarse a la música.
6. No eres obeso
Un estudio de 2006 fue despiadado con aquellos cuyo índice de masa corporal (IMC) está por encima del promedio: demostró que el nivel de inteligencia es más alto en las personas más delgadas. Un grupo de científicos franceses, bajo la dirección de Maxim Cournot, observaron a más de 2200 encuestados durante 5 años y llegaron a la conclusión de que una cintura delgada está directamente relacionada con un alto nivel de inteligencia.
Lo más probable es que sea porque el alto coeficiente permite ganar y cuidar más la salud y el peso.
7. Pero a la vez, no te gusta hacer deportes
Mediante un experimento, los científicos estadounidenses Todd McElroy y David L. Dickinson descubrieron que las personas que aman el trabajo intelectual son menos móviles y, a la inversa, quienes tienen poca necesidad de cognición son más activos físicamente. Las personas dotadas prefieren las actividades que requieran perseverancia y esfuerzo mental constante, como jugar al ajedrez.
Teniendo en cuenta el punto anterior, obtenemos un círculo vicioso: una forma de vida de baja actividad física conduce a un exceso de peso que, a su vez, afecta negativamente el coeficiente intelectual. Es importante recordar que todo necesita un equilibrio.
8. Tienes ojos azules
La profesora emérita de la Universidad de Louisville, Kentucky, Joanna Rowe, ha determinado mediante una investigación que las personas con ojos claros son más inteligentes que aquellas que los tienen oscuros. Muchas personas brillantes, como Stephen Hawking, tenían ojos azules. Pero los dueños de los marrones no necesitan preocuparse: tienen otras fortalezas.
Las personas de ojos claros son más capaces de lidiar con las situaciones en las que uno tiene que detenerse y pensar, analizar algo y no reaccionar particularmente a los factores externos. Las personas de iris oscuros, por el contrario, son más capaces de hacer frente a las situaciones en las que se requiere velocidad y capacidad para reaccionar rápidamente.
9. Eres muy susceptible a los sonidos
El piso que cruje, el sonido de los snacks entre los dientes e incluso una respiración ruidosa: los sonidos cotidianos más comunes pueden ser factores de distracción para las personas con un coeficiente de inteligencia alto. Los científicos de la Universidad de Helsinki realizaron un estudio que demostró un fuerte vínculo entre la capacidad de una persona de encontrar soluciones originales a los problemas, y la incapacidad de “apagar” los ruidos y los estímulos sonoros extraños.
Existe un diagnóstico real para este tipo de condición: la misofonía. Se producen cambios en la actividad cerebral de los misofónicos cuando, por ejemplo, comes galletas crujientes cerca de ellos.
10. Tu dedo anular es más largo que tu dedo índice
El médico noruego, Karl Pinsk, contó sobre el método que permite determinar las inclinaciones de una persona dependiendo de la longitud de sus dedos. Según la investigación, cuanto más largo sea el dedo anular, tanto mejor es su dueño en los resultados de las pruebas de matemáticas y pensamiento espacial, pero es peor en los ejercicios verbales.
El investigador John Coates, de la Universidad de Cambridge, descubrió que el éxito de una persona en los negocios financieros puede predecirse por la longitud de los dedos en su mano. Resultó que las personas que ganan más dinero son aquellas que tienen el dedo anular más largo que el índice.
11. Te pones ansioso seguido y eres propenso al pánico
Los psicólogos Tsachi Ein-Dor y Orgad Tal, del Centro Interdisciplinario en Herzliya (Israel), realizaron un estudio que demostró que las personas inteligentes tienden a ser pesimistas, y a veces inventan en su mente distintas situaciones desagradables que podrían ocurrirles. Los psicólogos aseguran que los intelectuales están acostumbrados a analizar más a fondo los acontecimientos del pasado y, en consecuencia, prestar más atención a los detalles que dan forma al futuro.
De esta manera, obtenemos una espada de doble filo: por un lado, las personas inteligentes están mejor preparadas para las posibles dificultades, pero por el otro, se ven obligadas a vivir en un estado de constante estrés. ¿Recuerdas a la inteligente Elsa del cuento de hadas de Hans Christian Andersen? No era fácil para ella vivir con tanta inteligencia.
12. Dices malas palabras
Por extraño que parezca, el uso de malas palabras indica un intelecto alto. Lo más probable es que las personas inteligentes hayan dominado el máximo del vocabulario posible (incluido el obsceno), y por eso operan hábilmente las palabras con un significado e intensidad óptimos.
Hasta hace poco, se creía que las palabras obscenas se usaban más por personas que tienen poca educación, porque no cuentan con suficiente vocabulario. Pero la investigación de los psicólogos de Marist College, bajo la dirección de Timothy y Kristin Jay, demostró lo contrario: cuanto más educada sea la persona, tanto mayor es la probabilidad de que diga una “palabrota”.
¿Te reconociste en alguno de los puntos? ¿Y qué otra cosa, en tu opinión, puede influir en el intelecto humano?