Los tiempos han cambiado, y con ellos, también los trabajos.
Lo que en la antigüedad era visto como “normal”, hoy en día puede verse como un tipo de abuso a los derechos de los niños.
A continuación te presentamos los 12 peores trabajos que podía haber para los niños.
Los Castrati
En la Europa medieval se apreciaba a los cantantes de coro y la sociedad sólo conocía una manera de preservar la voz angelical de los hombres, y lo que hacían era cortar sus testículos durante la pre-pubertad.
La explicación tras todo esto, radica en que la intención era suprimir la testosterona. Los niños (la mayoría menores de doce años y generalmente de familias pobres) mantenían sus voces agudas de esta manera.
Asistente de cirugía
La mayoría de los niños huérfanos pasaban su tiempo sirviendo comida a los enfermos, pero también tenían que contener a los pacientes durante las cirugías en barco, deshacerse de los miembros después de una amputación, vaciar los inodoros y limpiar los instrumentos médicos usados.
Barredores de chimenea
Este empleo ganó una notoriedad particular durante la revolución industrial, cuando las leyes de la sociedad no habían alcanzado al desarrollo rápido de la producción y del comercio.
Los niños eran lo suficientemente pequeños como para caber en ellas. No es de extrañar que estos niños presentaran complicaciones respiratorias posteriormente.
Barredores de cruces
Los barredores de cruces ordenaban los caminos públicos con la esperanza de recibir alguna propina de los ciudadanos con dinero.
Los automóviles no habían llegado a ser comercialmente populares tampoco, así que se podía encontrar mucho excremento de caballo esparcido alrededor.
Compactadores de mechas de fósforos
La exposición prolongada a dichas mechas de fósforos provoca “necrosis fosforosa de la mandíbula“.
Esta condición interferiría con el desarrollo de los huesos en los niños, separando eventualmente la mitad inferior de la quijada del resto de la cara. El fósforo rojo vino para sustituir el fósforo blanco a finales de 1880, porque era más seguro.
Recogedores de basura en molino
Los molinos textiles eran peligrosos en la primera Revolución Industrial. Las máquinas, debían limpiarse con frecuencia. Por lo que las fábricas textiles contrataban niños para limpiarlas.
Al igual que los barredores de chimenea, los niños realizaban este trabajo porque eran únicos lo suficientemente pequeños como para meterse bajo los espacios reducidos de las máquinas para reunir la basura.
Empaquetadores de pólvora
Parece ser que, el manejo de polvo explosivo solo podía ser realizado por niños, a pesar de haber sido extremadamente peligroso.
Empleados en minas de carbón
En el año 1838, se estimaba que alrededor de 5000 niños trabajaban en las minas de metales de carbón. Niños de tan solo seis años fueron forzados a gatear en la oscuridad por túneles estrechos en los que apenas podían arrodillarse, mientras inhalaban polvo de carbón. Muchos murieron de cáncer de pulmón antes de los 25 años.
Los niños más pequeños fueron utilizados para agacharse en la oscuridad por un pequeño túnel que tendrían que abrir para dejar que los carros atravesaran el túnel.
El niño para ser azotado
Era por lo general un niño que había crecido con el príncipe, tal vez el hijo del herrero del palacio. El niño tendría que ser el mejor amigo del príncipe, ya que el príncipe necesitaría motivación para dejar de ser travieso, y en su lugar azotar a su amigo.
Recoger desperdicios en el Támesis
A medida que Londres se urbanizaba durante la Revolución Industrial, la basura alcanzaba niveles increíbles. Sin embargo, fue en la basura que los niños pobres encontraron una manera de sobrevivir. Estos se ganaban la vida recogiendo todo lo valioso que terminaba en el río Támesis.
Pregoneros de periódicos
Durante la década de 1890, la creciente industria de los periódicos aumentó exponencialmente. Varios jóvenes decidieron comprar periódicos al por mayor y venderlos individualmente a los clientes en la calle para obtener mayores ganancias.
Niños espías
Desde hace varios siglos atrás los niños han servido de espías. De hecho durante la Guerra Revolucionaria, George Washington tenía una gran red compuesta por mujeres y niños que espiaron y sabotearon al enemigo.
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Fuente: elpensador.guru